martes, 25 de agosto de 2009

El crédito impulsa la actividad del país

Cuando uno se decide hablar de economía, es importante que tome postura sobre el espacio económico el cual pretende abordar –que puede ser macroeconómico, microeconómico o una combinación de ambos – y así abarcar el tema en su totalidad. Para este ensayo que trata sobre el crédito, he decidido enfocarlo a la perspectiva macroeconómica –es decir, cómo es que esta variable puede ser motor económico o a la vez, en ausencia del mismo, puede ser un freno.

El crédito puede ser dirigido al consumo o a la inversión, y bajo la definición tradicional de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF) tiene la función de darnos la oportunidad de adquirir un bien en el presente e irlo pagando con el tiempo en uno o más pagos. Los componentes básicos del mismo son: el sujeto de crédito o acreditado, el acreedor, la promesa de pago, el plazo y la tasa de interés (al menos la tasa de inflación para garantizar un trato justo al acreedor).

El aumento o decremento del precio del dinero o también llamado interés es resultado del constante movimiento de las fuerzas macroeconómicas, principalmente la variación se da a razón de la inflación. Esto sucede así, puesto que el Banco de México para controlar la inflación regula la oferta monetaria y juega constantemente con la tasa de interés a la que los bancos se prestan entre sí (tasa de fondeo), lo que genera un efecto dominó.

Cuando la inflación es alta, el Banco de México aumenta la tasa de fondeo, elevando así el costo del dinero (o interés) y desincentiva así que el público, en general, pida dinero prestado a la banca comercial. Esto concluye en una menor afluencia monetaria en las calles, y en consecuencia se desacelera la tasa de inflación. El mismo efecto podría aplicarse en viceversa si la inflación llegara a estar peligrosamente baja.

En la actividad productiva se encuentran dos actores: las personas físicas con actividad empresarial y las morales. Estos actores económicos se pueden fondear a través de recursos internos como lo son la reducción de inventarios o la venta de activos; o recursos externos como los créditos bancarios, mercantiles (proveedores), acciones, bonos, etc.

Según un artículo de la Dra. Nora C. Ampudia titulado “Restricción crediticia y baja profundidad financiera: obstáculos para el desarrollo” publicado en la Revista Economía Informa de la UNAM número 337, pág. 29, las empresas privadas en México se financian principalmente de fondos internos por ser estos más baratos.

Y, según el Banco Mundial (2005), “los países que presentan las tasas de crecimiento más altas del PIB son los mismos que tienen la mayor tasa de crecimiento en la formación bruta de capital (FBK), acompañados por una razón mayor de crédito bancarios como porcentaje del PIB, como es el caso de Estados Unidos, Chile, Reino Unido, China y la India".

Entonces bien, bajo la explicación anterior es posible deducir la importancia que tiene el crédito y por consecuencia los instituciones crediticias del sistema financiero mexicano, que junto con el plan anticrisis del presidente Felipe Calderón, tendrán un papel indispensable en la recuperación económica del país.

Como conclusión, se invita a los lectores de este blog a forjar conciencia de la importancia que tiene para el sano desempeño de una economía, la disposición del crédito a la actividad productiva y no sólo al consumo; y a la vez no olvidar que el papel de la banca comercial es simple: financiar la actividad productiva que genera riqueza real.

Roberto Huber Romo
Coordinador Blog para IMEF Universitario Nacional
Universidad Panamericana, Campus Guadalajara

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